Era la vigésima cuarta vez que preguntaba lo mismo y el espejo nada, por suspuesto. Sin embargo, algo sucedió instantes después, toda la habitación pareció sobre-iluminarse y el espejo se sacudió violentamente. El desconcierto y la sorpresa la derribaron, fue a parar contra el rincón más alejado.
-¿Me has hecho esa pregunta a mi?- dijo el espejo
Ella ni siquiera podía balbucear
-¿De verdad crees que puedo saberlo?
Ella seguía con la mirada fija y los músculos tensos
-¿Me has hecho esa pregunta a mi?- dijo el espejo
Ella ni siquiera podía balbucear
-¿De verdad crees que puedo saberlo?
Ella seguía con la mirada fija y los músculos tensos
-El espejo exclamó, casi apoltronado contra la pared- Mira, No sé ni tu nombre, tampoco supe el de tu abuela y mucho menos el de tu madre. Tengo casi cien años en tu familia y no ha faltado ocasión en la que alguna de las mujeres me ha hecho la misma pregunta, también la han formulado algunos caballeros, estas escuchándome?
Ella siquiera dejó caer su cabeza. -No sé de dónde han sacado la idea de preguntarme, no puedo contestar, es decir.., no debo contestar! La mirada de ella navegaba de una lado a otro contenida por el marco de madera. -¿La más linda de qué? ¿ del universo, de tu región o de esta inmunda habitación?. ¿De qué?- le gritó. -De qué?, De qué?, De qué?, De qué?, De qué?, y así 24 veces. Ella se incorporó, trastabilló y huyó. Nunca nadie supo dónde.
Espejo de madera realizado por Daniel Rozin. Cientos de motores mueven y direccionan cientos de trocitos de maderas para reflejar la imagen captada por una cámara.
Bonito relato... y curioso invento. Ojalá hicieran uno para ver no lo de afuera, sino el interior de cada persona.
ResponderBorrarUn saludo.
así que a vos también te insulta el espejo?... me siento menos solo...ajajaja
ResponderBorrarMentes: pienso que si alguien hiciera ese espejo, yo sería el primero en apedrearlo, es que nos quedaríamos sin tantas teatralidades compadre,jeje!
ResponderBorrarMacedonio: No solo me insultaba, sino que el muy descarado hasta me daba la espalda, podés creerlo?
Neuro: los espejos, las heladeras y bueno... ya sabemos que lo jugoso de las anécdotas de las camas, no?