De bit a terabyte

Después de leer un emotivo cuento de Alcides me dieron ganas de escribir algunas reflexiones acerca del fenómeno blogueril. No pienso centrarme en números o en cifras sino en los aspectos de generación, existencia y evolución de un blog. No estoy diciendo que va a ser un análisis social, semiótico o cultural, simplemente una soltada de ideas y punto. Empiezo a preguntarme: ¿Por qué escribimos bajo un seudónimo, un nick, una frase o un nombre falso? ¿Por qué aclaramos, de entrada, que es "un espacio de cosas tontas", "mi rinconcito de pelotudeces", "mis vivencias y desvarios insulsos", "de todo un poco pero nada", "algunos pensamientos y nada mas que eso", "no se que mierda o como carajo describir como va a ser mi espacio" y así todas imaginables e inimaginables descripciones blogueras. ¿Para qué escribo en un blog? ¿Soy narcisista y no lo quiero reconocer? ¿Se escribir o no y me importa poco pues así "tal cual soy"? ¿Puedo expresarme a mis anchas y mantener o delinear un estilo? ¿Soy antisocial y esta vía pseudo-social me ampara? ¿Qué obtengo de todo esto? ¿Qué pierdo? ¿Qué aprendo? Ah! demasiadas preguntas!!!. No quiero pensar o ya no puedo, no lo sé.

Creo que en mi caso, se fué dando por curiosidad, envolviendo por placer y entretejiendo por sensaciones, gustos y experincias en común. Muchas ganas de aprender, de entender y de estar, eso es... ESTAR. ¡Qué!, ¿no estoy? Tengo mi vida con agua, aire y tierra y tengo mi otra vida en bits, entonces en bytes y así.... pero aunque llegue a terabyte solo será my secondlife, no seré yo mismo, será mi rolocine (que nick más pelotudo!). Suficiente tengo con mi propia vida y mi propio nombre como para desarrollar otro. Imagínense en mi lápida: "aquí yacen los restos del terabyte rolocine". No es que este pensando en morirme, ni en broma, aún quedan caminos por andar o des-andar. Miró para atrás, mejor dicho para arriba de estas líneas y veo un análisis que no fue y muchas preguntas sin responder...

rolocine se resume de esta manera: "Soy Rolando Tejerina Ridder, tengo ya 34 años (bien llevados), dos hijos preciosos (Lucrecia y Francisco), casado durante diez años, separado y actualmente de novio. Estudie Cine y Televisión, Diseño y Fotografía. Me encanta cocinar, leer (tengo alrededor de 600 libros en papel y no sé cuantos en pdf) y coleccionar -desde almanaques hasta tapas plásticas-, tengo quisinientos cds y dvds con música, imágenes y sartas de huevadas que ya es un quilombo buscar algo. Trabajo asesorando a empresas en comunicación interactiva y tengo muchas pero muchas ganas de irme a vivir al campo y montar un emprendimiento entre árboles y ríos". Y vos?

ilustración de CasallArt