Aunque nos bombardeen con mensajes y sugerencias que debemos correr para lograr realizar tal o cual tarea en nuestra agitada y violentamente agitada vida, debemos mantener la calma, alejarnos un poquito de la situación, silbar altito y hacer lo que el instinto nos dicta.
Si tratamos de hacer todo a la vez o abarcar mucho estamos complicados y totalmente alejados de la productividad.
El secreto de la productividad máxima es centrarse en una sola tarea a la vez.
Sólo vamos a empezar otra cuando hayamos cerrado la anterior por completo o cuando consideremos que, debido a que se trata de una tarea larga, hasta este momento ya hemos hecho lo necesario.
Ese es el único gran secreto de productividad. Podemos visitar a gurús "de la gestión personal y esas cosas" y finalmente no nos van a decir nada distinto a esto.
El éxito está en tu marota, ponela a funcionar y dale con todo para adelante.
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