¿Tenés el hábito de juntar objetos inútiles, creyendo que un día (no sabes cuándo) vas a necesitarlos?
¿Tenés el hábito de juntar dinero, sólo para no gastarlo ya que pensás que en el futuro podrá hacerte falta?
¿Tenés el hábito de guardar ropa, zapatos, muebles, utensilios domésticos y otras cosas del hogar que ya no usas desde hace mucho tiempo?
¿Y dentro tuyo?
¿Tenés el hábito de guardar broncas, resentimientos, tristezas, miedos y demás?
¡Eso jamás lo hagas! ¡Va contra tu prosperidad!
Es preciso que dejes un espacio, un vacío, para que cosas nuevas lleguen a tu vida.
Es preciso que te deshagas de todo lo inútil que hay en vos y en tu vida, para que la prosperidad llegue.
imagen de Gerd Altmann |
La fuerza de ese vacío es lo que absorberá y atraerá todo lo que deseas.
Mientras estés, material o emocionalmente, cargando sentimientos viejos e inútiles, no tendrás espacio para nuevas oportunidades.
Los bienes necesitan circular. Limpia los cajones, los armarios, el cuarto de cosas varias, el garage.
Doná todo aquello que ya no uses. La actitud de guardar un montón de cosas inútiles solo encadenan tu vida.
No son los objetos guardados los que estancan tu vida sino el significado de la actitud de guardar. Cuando se guarda, se considera la posibilidad de falta, de carencia.
Se cree que mañana podrá faltar, y que no tendrás manera de cubrir esas necesidades.
Con esa idea, le estás enviando dos mensajes a tu cerebro y a tu vida que no confías en el mañana y que piensas que lo nuevo y lo mejor NO son para vos, por eso te alegrás guardando cosas viejas e inútiles.
Deshacete de lo que ya perdió el color y el brillo.
Dejá entrar lo nuevo a tu casa y adentro de vos mismo.
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