Por diversos motivos no pude disfrutar de esa hermosa relación que debe existir con los abuelos. Y los fuí perdiendo, sin darme cuenta.
Cuando murieron sentí pena, pero no un dolor en el pecho por lo sucedido.
Si ví en mis padres su dolor, su angustia y su impotencia y lloré, más que nada por ellos.
Hoy, un mensaje de texto me avisa que mi abuela falleció. El mensaje me despertó, no atiné a hacer nada, sólo quedé mirando el techo varios minutos.
Más tarde empecé a sentir una fuerza que me aplastaba entero. La Chela ya no estaba en esta vida y comencé a llorarla. Yo a miles de kilómetros de su último aliento y de los hombros de mi madre.
Seguí llorando y comencé a sentir la tristeza que no había sentido jamás; sentí toda la angustia junta por haber perdido a todos mis abuelos.
Y desde ese momento me propuse recordarlos por quienes fueron y no por quienes habían sido conmigo. Nunca es tarde!
Chau Chelita, que descanses en paz!!

0 comentarios:
Publicar un comentario
Dale! Dejá tu opinión, tu sensación, escribí lo que quieras...