
-El tiempo pasa, el sol se está poniendo, ¿por qué te estás retrasando?
Este hombre no podía creer que alguien que estaba a punto de morir fuese tan escrupuloso con la hora de su muerte.
En realidad, debería estar agradecido por el retraso. Él adoraba a Sócrates. Le había oído hablar en la corte y había visto la belleza que había en él: él solo tenía más inteligencia que todo Atenas. Quería retrasarlo un poco para que Sócrates pudiera vivir un poco más, pero Sócrates no se lo permitió. Le dijo:
-No seas vago. Trae el veneno.
Mientras se lo estaba dando, le preguntó:
-¿Por qué estás tan emocionado? Te veo tan radiante, veo tanta curiosidad en tus ojos. ¿No te das cuenta? ¡Vas a morir!
Sócrates dijo:
-Eso es lo que quiero conocer. La vida ya la conozco. Ha sido hermosa; con todas las ansiedades y las angustias pero, a pesar de todo, ha sido un placer. Simplemente respirar es una gran alegría. He vivido, he amado; he hecho todo lo que he querido, he dicho todo lo que he querido. Ahora quiero saborear la muerte, y cuanto antes mejor.
Extraído de "El Libro del Hombre" de Osho.
Blogalaxia Tags: reflexiones osho socrates vivir
con templanza se afrontan los miedos mejor, incluso uno tan grande como el miedo a morir. hay que ser sócrates, eso sí.
ResponderBorrarSi Raúl ,pero pienso que Sácrates no tenía miedo alguno que templar; estaba en un estado de no-mente y de completo éxtasis que el silencio universal y la preparación para disfrutar y recordar el paso infinito de la eternidad lo conducían a alentar a su asistente... Un abrazo!
ResponderBorrar