Dos personas en Bosnia comenzaron a entablar coversaciones a través de Internet y se enamoraron muy tiernamente. A poco tiempo ella lo llamaba "Príncipe de la satisfacción" y el "Azúcar". Me imagino a estos dos tortolitos llenos de algarabía y mariposas en el estómago tecleando nerviosamente todo lo que se entendían, cuanto se necesitaban y por que habían tardado tanto tiempo en conocerse. Ahhh! amor de mi vida!.
Azúcar y Príncipe de la Satisfacción entonces quisieron ponerse más serios y decidieron que debían conocerse personalmente. Pautaron fecha y lugar, se almidonaron hasta las orejas, se vaciaron un frasco de colonia sobre el cuerpo y cada cual salió en busca del amor hecho carne.
Ahí vino el quilombo... Azúcar no podía salir de su asombro cuando vio que su príncipe era nada mas y nada menos que su marido; aquel idiota, hijo de su reverenda madre con el que tan mal se llevaba.
Príncipe, por su parte, quedo aterrorizado cuando vio que Azúcar era la bruja a la que ni le hablaba al acostarse.
Estos dos estaban casados y en su casa volaban platos y retumbaban portazos.
Sin esperar (vaya uno a imaginarse cómo fue la discusión posterior al encuentro frustrado de las dos almas gemelas) decidieron divorciarse alegando engaño. Qué cosa, no?
Creo que sencillamente el tema esta en: gritar o no gritar.
Se me vienen a la cabeza:
No todo lo que brilla es oro.
Si no condimentas apropiadamente tu comida sabrá a "otra vez sopa".(?)
Les dejo esta desconcertante ilusión óptica:
Albert es mujer?
Azúcar y Príncipe de la Satisfacción entonces quisieron ponerse más serios y decidieron que debían conocerse personalmente. Pautaron fecha y lugar, se almidonaron hasta las orejas, se vaciaron un frasco de colonia sobre el cuerpo y cada cual salió en busca del amor hecho carne.
Ahí vino el quilombo... Azúcar no podía salir de su asombro cuando vio que su príncipe era nada mas y nada menos que su marido; aquel idiota, hijo de su reverenda madre con el que tan mal se llevaba.
Príncipe, por su parte, quedo aterrorizado cuando vio que Azúcar era la bruja a la que ni le hablaba al acostarse.
Estos dos estaban casados y en su casa volaban platos y retumbaban portazos.
Sin esperar (vaya uno a imaginarse cómo fue la discusión posterior al encuentro frustrado de las dos almas gemelas) decidieron divorciarse alegando engaño. Qué cosa, no?
Creo que sencillamente el tema esta en: gritar o no gritar.
Se me vienen a la cabeza:
No todo lo que brilla es oro.
Si no condimentas apropiadamente tu comida sabrá a "otra vez sopa".(?)
Les dejo esta desconcertante ilusión óptica:
Albert es mujer?
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