Me acabo de enterar que los abonados a Fibertel, una empresa líder en Argentina en acceso a Internet, tenemos 90 días para cambiarnos de proveedor. Fibertel, por orden del gobierno argentino ya no podrá vender servicios de Internet.
Es de dominio público la guerra entre el gobierno y el Grupo Clarín (dueño de Fibertel) desde 2008. Se dice que esta medida podría representar un duro golpe para las finanzas del Grupo Clarín, ya que los negocios de Internet y de TV por cable representan un 64,9 por ciento de sus ingresos; ya cayeron las acciones del Grupo en la Bolsa de Bs As un 5.75 %.
El gobierno argumenta que Fibertel había estado operando ilegalmente, por no estar autorizada su fusión con Cablevisión, y bla blas...
Los responsables de Fibertel están recalientes y exponen que la medida del gobierno no tiene ningún sustento legal ni fáctico y, sólo pretende anular la competencia en la prestación del servicio de internet, favoreciendo sospechosamente a las compañías telefónicas de capitales extranjeros que ostentan un claro monopolio, en desmedro de una compañía nacional.
Ya se desató una guerra y espero que el gobierno argentino se deje de romper las pelotas, todo es una tremenda inmundicia en este país de mierda. La mayor porción de emprendimientos están fuera de ley (no estoy justificando) en cuanto a impuestos, reglamentaciones, permisos, etcéteras; todo funciona de la misma forma y sólo aparecen acciones de clausura, impedimentos, revocaciones y demás trabas cuando alguien deja de pagar la coima o bien cuando al más fuerte ya no le conviene lo que hay pues hay otros apostadores en juego.
El plan económico Kirchnerista fracasó y ya me tienen las pelotas por el piso toda esta basofia de políticos de cuarta que pululan en nuestra hermosa tierra.
No pienso correr a buscar otro proveedor de internet, apoyo a Fibertel pues jamás me ha fallado. Los consumidores, nosotros los ciudadanos debemos ponerle un freno a todas las embestidas de este tipo de gobierno y decirles que ya se dejen de joder, que las cosas así no pueden seguir, que ya nos cansamos que nos metan la mano al bolsillo y el palo en el ojete. Debemos dejar de ser tan cómodos y condescendientes y hacerles meter sus promesas y sus palabras por donde cagan.
Es de dominio público la guerra entre el gobierno y el Grupo Clarín (dueño de Fibertel) desde 2008. Se dice que esta medida podría representar un duro golpe para las finanzas del Grupo Clarín, ya que los negocios de Internet y de TV por cable representan un 64,9 por ciento de sus ingresos; ya cayeron las acciones del Grupo en la Bolsa de Bs As un 5.75 %.
El gobierno argumenta que Fibertel había estado operando ilegalmente, por no estar autorizada su fusión con Cablevisión, y bla blas...
Los responsables de Fibertel están recalientes y exponen que la medida del gobierno no tiene ningún sustento legal ni fáctico y, sólo pretende anular la competencia en la prestación del servicio de internet, favoreciendo sospechosamente a las compañías telefónicas de capitales extranjeros que ostentan un claro monopolio, en desmedro de una compañía nacional.
Ya se desató una guerra y espero que el gobierno argentino se deje de romper las pelotas, todo es una tremenda inmundicia en este país de mierda. La mayor porción de emprendimientos están fuera de ley (no estoy justificando) en cuanto a impuestos, reglamentaciones, permisos, etcéteras; todo funciona de la misma forma y sólo aparecen acciones de clausura, impedimentos, revocaciones y demás trabas cuando alguien deja de pagar la coima o bien cuando al más fuerte ya no le conviene lo que hay pues hay otros apostadores en juego.
El plan económico Kirchnerista fracasó y ya me tienen las pelotas por el piso toda esta basofia de políticos de cuarta que pululan en nuestra hermosa tierra.
No pienso correr a buscar otro proveedor de internet, apoyo a Fibertel pues jamás me ha fallado. Los consumidores, nosotros los ciudadanos debemos ponerle un freno a todas las embestidas de este tipo de gobierno y decirles que ya se dejen de joder, que las cosas así no pueden seguir, que ya nos cansamos que nos metan la mano al bolsillo y el palo en el ojete. Debemos dejar de ser tan cómodos y condescendientes y hacerles meter sus promesas y sus palabras por donde cagan.
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