lunes, julio 19, 2010

Día del amigo y el Apolo XI

En Julio de 1969, con motivo de la llegada del hombre a la luna, el argentino Enrique Ernesto Febbraro, doctor en odontología y profesor de historia y ética, se propuso crear El Día del Amigo; es que había visto que por una vez en la vida todo el mundo estaba unido. Entonces envió 1000 cartas a cien países y respondieron 700, qué tal!. A partir de esto fundó el Día del Amigo.

No sé si el hecho representa el espíritu de la amistad pero al menos representa alegrías unidas y con esto es suficiente.
Capaz que el 20 de julio no sería la fecha si los yanquis no hubieran apurado la odisea o bien el alunizaje hubiera sido corroborado como fraude. Vaya uno a saber!. Más info sobre el supuesto fraude del siglo (wikipedia) y/o en ARP SAPC.



Esto está buenísimo:
Un amigo no da consejos, ayuda, acompaña", define Enrique Ernesto Febbraro, el hombre que hace 41 años inventó el "Día del Amigo", que se celebra hoy. Y completa: "la amistad es casta: si se mezcla con sexo, ya es otra cosa. Y tanto con un hombre, como con una mujer, tiene que estar fundada en el respeto". "Un padre que da consejos es un padre, ¡pero jamás un amigo!", retruca desde su casa del barrio porteño de San Cristóbal al mismísimo Martín Fierro de José Hernández. Casi como al pasar, asegura que Hernández pifió el renglón cuando puso en boca de Martín Fierro la imagen de un padre consejero y camarada. Los únicos consejos válidos para Febbraro son aquellos que ayudan a conservar y mejorar la amistad. "Creo en el desinterés de la amistad y en el deber humano de tener amigos, empezando uno mismo por ser amigo", señala. Odontólogo, profesor de psicología, filosofía e historia, y coqueto a más no poder, se niega a develar su edad. El 20 de julio de 1969, mientras miraba por tevé la llegada del hombre a la Luna, se prometió a sí mismo que ese sería para siempre el Día del Amigo. Antes de que la Apolo 11 regresara a la Tierra, desde su consultorio de Lomas de Zamora, donde vivía entonces, envió mil cartas a cien países y, a vuelta de correo, con 700 respuestas, había quedado fundado el Día del Amigo. Cuando Neil Armstrong pisó la Luna y dio "un pequeño paso para el hombre y un gran salto para la humanidad", consideró que había madurado su idea de dedicarle un día al amigo. "Escuché que el alunizaje del módulo era un gesto de amistad, desde la humanidad hacia el universo. ¡Ya está, es el día elegido!, dije. Hoy se celebra en unos cien países y está en la agenda del corazón de los argentinos". Febbraro enviudó dos veces de mujeres que empezaron siendo sus amigas y le dejaron lo que él llama su tesoro: dos hijos y cuatro nietos. El profesor señala que "entre un hombre y una mujer siempre subyace el deseo, pero si se lo supera, la amistad prospera. El matrimonio —aunque es una institución que une intereses diversos— siempre llega al minuto donde surge la amistad". De su experiencia saca un listado para conservar la amistad: * Un amigo no aconseja, se mete en el problema, se embrolla, y ayuda al otro. * Mi amigo es mi maestro, mi discípulo y mi condiscípulo. * Los sacramentos de la amistad son: simpatía, ternura, respeto, reciprocidad, lealtad, comprensión, desinterés, solidaridad, perseverancia y alegría. * Hace falta callar, aunque se tenga razón, porque dos no pelean si uno no quiere. * No hacer o decir nada que lastime u ofenda al otro. * Acompañar siempre: en la soledad, el dolor o la alegría. * Aceptar a las personas como son y querer hasta en el mínimo detalle, sin esperar recompensa. * Olvidar los propios problemas y escuchar con oído y corazón de amigos. De todo su anecdotario, Febbraro desnuda una pena: "Escribí a la NASA, pero nunca me contestaron". (vía maimonides.edu)

El tema de los enanitos verdes... ya de culto para la ocasión. Feliz día para todos!



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