Luego de varias propuestas, tribulaciones y grandes debates sobrevino la votación. Al parecer no todo el proceso fue transparente; entonces, las uvaspardas, las litchibemes, las papayascoquetas, las manzanascelestes y otras tantas, que ya no recuerdo, iniciaron una demanda ante la justicia, querían recuento de votos y apertura de urnas; también se les ocurrieron disparatados recursos de amparo.
Como primer paso, la justicia recibió las demandas y como segundo paso -¡zas!- haciendo uso de su anarquía, su despotismo y, vale también subrayar, su diplomacia y carisma el limonchiflado tomo el toro por las astas y logró convencer a las demás frutas que el era el "elegido", El había salido más veces a la vidriera, él había sido comentado en más oportunidades y, como era de público conocimiento, tenía un don: "la acidez". Las frutas le miraban absortas, hipnotizadas -quizás hasta idiotizadas, cualquier semejanza con la realidad es pura coincidencia- y así siguió durante largas horas rascando y lustrando sus atributos. De pronto ya no pudo continuar, una ovación enloquecida lo vitoreo, lo lanzó a los aires y lo proclamó "el elegido".
Un solo detalle emergió como condición: si limonchiflado hablaba de algo que alguien le había comentado (en calidad de compañero, de amigo, en tono de confianza o en un desvelo grupal) debería mencionar el origen del comentario. Por supuesto que limón aceptó la condición. ¡Ni dudarlo mis queridas camaradas!
Se establece lo siguiente:
Dejan de publicar por su propia cuenta:
meloncruel
manzanaceleste
fresasilvestre
mangofalso
No rodarán las siguientes cabezas:
Se archiva la vieja cabeza del elegido:
Como primer paso, la justicia recibió las demandas y como segundo paso -¡zas!- haciendo uso de su anarquía, su despotismo y, vale también subrayar, su diplomacia y carisma el limonchiflado tomo el toro por las astas y logró convencer a las demás frutas que el era el "elegido", El había salido más veces a la vidriera, él había sido comentado en más oportunidades y, como era de público conocimiento, tenía un don: "la acidez". Las frutas le miraban absortas, hipnotizadas -quizás hasta idiotizadas, cualquier semejanza con la realidad es pura coincidencia- y así siguió durante largas horas rascando y lustrando sus atributos. De pronto ya no pudo continuar, una ovación enloquecida lo vitoreo, lo lanzó a los aires y lo proclamó "el elegido".
Un solo detalle emergió como condición: si limonchiflado hablaba de algo que alguien le había comentado (en calidad de compañero, de amigo, en tono de confianza o en un desvelo grupal) debería mencionar el origen del comentario. Por supuesto que limón aceptó la condición. ¡Ni dudarlo mis queridas camaradas!
Se establece lo siguiente:
Dejan de publicar por su propia cuenta:
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No rodarán las siguientes cabezas:
Se archiva la vieja cabeza del elegido:
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